Si escuchamos con atención, las piedras hablan. Una historia de Jerusalén 

¡Si me olvidara de ti, Jerusalén, que se me seque la mano derecha!

¡Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti,

si no te pongo, Jerusalén, por encima de mi propia alegría!

Hay ciudades intrascendentes, ciudades importantes, ciudades hermosas y magníficas, incluso ciudades inmortales, y luego está Jerusalén.

Jerusalén es la única ciudad del mundo por la que han estado dispuestos a morir millones de personas que no la habían visto jamás, una ciudad añorada por decenas de generaciones de personas que nunca habían puesto un pie en ella, una ciudad reivindicada por pueblos enteros que no han visto ni una sola vez amanecer sobre el monte de los Olivos.

Por Jerusalén se ha luchado y matado como por ninguna otra ciudad, y ha provocado más amor y más odio que ninguna otra ciudad sobre la tierra. Fascinante y absurda, celestial y terrenal, santa y corrompida hasta el tuétano, jamás se estará más cerca del cielo y del infierno que en algún rincón de esta ciudad.

El objetivo de este curso es hacer un breve repaso por la historia de la Jerusalén antigua, desde los orígenes hasta su destrucción en el año 70 de nuestra era, tomando como fuentes de información las tendencias más recientes de la investigación histórica y arqueológica, lo que significa en muchos casos poner en tela de juicio algunas informaciones del Antiguo Testamento, por ejemplo, respecto a los reinados de Saúl, David y Salomón. La historia se contará, necesariamente, de manera abreviada. Entrar en todos los detalles, todos los personajes o todas las historias no daría como fruto un curso breve, sino una interminable serie de charlas. La intención es que el alumno conozca, al menos, las líneas generales de la historia de la ciudad en la Antigüedad y comprenda la complejidad de los sentimientos ligados a sus calles, sus piedras, e incluso su espíritu.

En la medida de lo posible, se ligará el relato a personajes concretos para tener un hilo conductor más claro, ameno y que facilite la empatía (y simpatía o antipatía) del alumno, por ejemplo, Ezequías, Josías, Herodes el Grande o Jesús de Nazaret.

Además, en cada sesión se ofrecerán sugerencias de lecturas, y se hará referencia a los restos arqueológicos, objetos, zonas de la ciudad o lugares específicos que dan testimonio del período tratado. De esa forma, se vincula la narración con imágenes concretas y permite al viajero en Jerusalén visitar los restos conservados de cada época. El curso es, a la vez, una historia de Jerusalén, y una especie de guía de viajes.

Hay una Jerusalén por cada persona que piensa en ella. Este curso muestra, sencillamente, mi Jerusalén.